El lunes, el gobierno de India le solicitó a la Corte Suprema del país que permita que más de 16.000 refugiados musulmanes rohingyas sean deportados a Birmania, donde los grupos de derechos humanos afirman que el gobierno está llevando a cabo una campaña de depuración étnica. La amenaza de deportación se produjo al tiempo que la organización Human Rights Watch distribuyera imágenes satelitales que muestran el antes y después del inicio del desplazamiento en las que se ve la destrucción casi total de los 214 pueblos rohingyas de Birmania, con decenas de miles de viviendas incendiadas. Las imágenes coinciden con los relatos de los más de 410.000 rohingyas que huyeron hacia los campos de refugiados en Bangladesh.
Chaman Bahar dijo: “El ejército incendió nuestras casas. Mi esposo, junto con mi hija y su esposo, murieron en los enfrentamientos. De alguna manera yo pude huir con mi nieto y los demás pobladores”.