La Casa Blanca aún no se disculpó por los comentarios realizados por una de sus funcionarias, Kelly Sadler, quien desestimó la crítica que el senador de Arizona John McCain dirigió a la Gina Haspel, la nominada por el presidente Donald Trump para ocupar el cargo de directora de la CIA. “No importa, igual ya se está muriendo”, dijo Sadler. McCain, un exprisionero de guerra que desde su hogar en Arizona lucha contra un cáncer de cerebro en etapa 4, se expresó en contra de la nominación de Haspel y escribió en Twitter: “El papel de Haspel en la supervisión del uso de la tortura es perturbador y su negativa a reconocer la inmoralidad de la tortura es descalificante”.
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