Mientras tanto, la Casa Blanca afirmó el jueves que ya no estaba considerando una propuesta sin precedentes de que interrogadores rusos cuestionaran al ex embajador de Estados Unidos en Rusia, Michael McFaul, y a otros ciudadanos estadounidenses, a cambio de permitir que el equipo del fiscal especial Robert Mueller entrevistara a 12 ciudadanos rusos acusados formalmente la semana pasada por presunto hackeo de correos electrónicos de los demócratas durante las elecciones estadounidenses de 2016. Trump inicialmente favorecía la propuesta, extendida por Vladimir Putin, y la calificó de una “oferta increíble”. Pero Trump revirtió el rumbo el jueves después de que el Senado votara 98 votos en contra y cero a favor de una resolución no vinculante que se oponga a tal acuerdo, y luego de que diplomáticos –tanto en funciones como retirados– se unieran a la defensa de McFaul, afirmando que la medida de Trump perjudicaría el principio fundamental de inmunidad diplomática. La resolución se produjo después de que los líderes republicanos prohibieran la votación sobre otras dos medidas relacionadas con Rusia. Una, propuesta por el senador independiente de Vermont, Bernie Sanders, le habría exigido al presidente Trump que hablara con el fiscal especial Robert Mueller. La otra resolución hubiera respaldado el hallazgo de las agencias de inteligencia estadounidenses de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016. Esa resolución contó con el apoyo del senador republicano de Arizona, Jeff Flake.
El senador Jeff Flake expresó: “Señor presidente, en su novela distópica 1984, George Orwell escribió lo siguiente: ‘El Partido te dijo que rechazaras todas las pruebas que veían tus ojos y escuchaban tus oídos. Era su orden más grande y definitiva’. Bueno, a principios de esta semana en Helsinki vimos algo que verdaderamente fue un momento orwelliano”.
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