Los trabajadores gubernamentales estadounidenses están regresando a sus puestos de trabajo luego de que el presidente Donald Trump y los líderes del Congreso alcanzaron un acuerdo para reabrir el Gobierno tras un cierre parcial que se extendió por 35 días y se convirtió en el más largo en la historia de Estados Unidos. Trump amenazó con volver a cerrar el Gobierno en tres semanas si no llega a un acuerdo con los demócratas que incluya el financiamiento del muro en la frontera con México. El senador de Vermont, Bernie Sanders, habló el sábado en el Senado sobre el fin del cierre del Gobierno.
El senador Bernie Sanders expresó: “Lo que sucedió es absolutamente patético. Hace cinco semanas, el Senado de Estados Unidos votó por unanimidad –cada republicano y cada demócrata– a favor de esencialmente la misma legislación”.
Ochocientos mil trabajadores gubernamentales fueron suspendidos u obligados a trabajar sin recibir sueldo durante el cierre parcial del Gobierno. Algunos trabajadores recurrieron a bancos de alimentos, solicitaron el seguro de paro o acudieron a refugios para personas sin hogar, al no haber recibido su cheque de pago dos veces consecutivas. Trump prometió a los funcionarios federales que recibirán el dinero en forma retroactiva; sin embargo, esto no se aplica a millones de trabajadores contratados. Horas antes de que Trump anunciara el viernes el fin del cierre del Gobierno, la Administración Federal de Aviación suspendió algunos vuelos en aeropuertos de Nueva York, Newark, Filadelfia y Atlanta, luego de que controladores de tráfico aéreo se ausentaran por enfermedad de forma masiva.