En Irak, al menos 18 personas han muerto y más de 800 resultaron heridas después de que la policía y los soldados reaccionaran con violencia a las protestas contra el Gobierno en todo el país. Algunas de las muertes y heridas se produjeron en la plaza Tahrir de Bagdad, cuando la policía disparó gas lacrimógeno y munición real contra una multitud de cientos de personas. La policía también abrió fuego contra los manifestantes en la ciudad sureña de Nasiriyah. Otros miles de personas se manifestaron en ciudades como Hillah, Basora, Kirkuk y Tikrit. Muchas de ellas cantaron un estribillo popular de la Primavera Árabe —”¡El pueblo exige la caída del régimen!”— mientras protestaban contra el desempleo, la corrupción y la falta de servicios públicos.
Manifestante 1: “Exigimos un cambio. Queremos que caiga todo el Gobierno”.
Manifestante 2: “¿Qué exigimos? Queremos trabajo. Queremos trabajar. Si no quieren tratarnos como iraquíes, digan entonces que no somos iraquíes y encontraremos otras nacionalidades y emigraremos a otros países”.
Las autoridades han impuesto toques de queda en varias ciudades y han cortado el acceso a internet en gran parte de Irak.