El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, está arremetiendo contra los fiscales federales en Estados Unidos que han presentado cargos de tráfico de armas y drogas contra su hermano. El miércoles, un fiscal estadounidense afirmó ante un tribunal federal en Brooklyn que el hermano del presidente, Tony Hernández, aceptó personalmente un soborno de un millón de dólares destinado al presidente Hernández del famoso narcotraficante mexicano conocido como “El Chapo”. Tony Hernández está acusado de traficar toneladas de cocaína a través de Honduras con destino a Estados Unidos, y de proporcionar seguridad fuertemente armada para los cargamentos de drogas. El presidente Hernández es un firme aliado de Donald Trump. En una conferencia de prensa que tuvo lugar el jueves, negó los informes que sostienen que se había beneficiado del narcotráfico y prometió un apoyo continuo para el Gobierno de Trump.
El presidente Juan Orlando Hernández aseveró: “Y no vamos a renunciar a seguir trabajando para continuar convirtiendo a Honduras en un territorio hostil contra los narcotraficantes, maras y pandillas, tal como se ha reconocido en EE.UU. desde el propio presidente, vicepresidente, Departamento de Estado, la DEA, el Departamento de Seguridad Interior en todos estos años que hemos servido nosotros como presidente”.
Honduras se ha convertido en uno de los países más violentos del mundo debido a la devastadora guerra contra las drogas y a una crisis política que deriva en parte de un golpe de Estado respaldado por Estados Unidos que en 2009 derrocó al presidente democráticamente electo Manuel Zelaya.