En la ciudad de San Francisco, en el estado de California, decenas de activistas, entre los que se encontraban numerosos manifestantes discapacitados, bloquearon carreteras e impidieron el acceso a la sede de PG&E el lunes durante varias horas, exigiendo a la masiva empresa de servicios públicos que detenga sus continuos cortes de energía e invierta capital para asegurar que las comunidades de color y las personas discapacitadas tengan un acceso estable y garantizado a la electricidad. Estas son las palabras de una de las manifestantes.
Una manifestante dijo: “La gente depende de la electricidad para vivir. Y mientras tanto, PG&E no ha estado manteniendo sus líneas eléctricas y está repartiendo el dinero con sus accionistas. No están invirtiendo su dinero para hacer seguro el servicio. Y, francamente, las empresas de servicios públicos no deberían ser de propiedad privada y con fines de lucro; deberían estar sirviendo a las personas”.
En octubre, el suministro eléctrico de casi un millón de clientes de PG&E fue interrumpido al tiempo que incendios forestales arrasaban Los Ángeles y el norte de California. Los cortes de electricidad sin precedentes se produjeron tras el devastador incendio Camp Fire, ocurrido el año pasado –el más mortífero en la historia de California–, que causó la muerte de 85 personas. Investigadores descubrieron que el incendio fue provocado por líneas de transmisión de PG&E mal mantenidas.