
Ante el histórico acuerdo alcanzado por el estado de Oklahoma y Purdue Pharma, analizamos un efecto de la crisis de los opioides que ha recibido poca atención: la prescripción insuficiente de opioides para pacientes que dependen de la droga para soportar el dolor crónico. Más de 300 médicos e investigadores enviaron este mes una carta abierta a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) advirtiendo que hay pacientes que resultaron perjudicados por la falta de claridad en las normativas que rigen la prescripción de opioides. En 2016, el CDC revisó la normativa para la práctica médica de atención primaria con el fin de mejorar la seguridad y reducir los riesgos asociados al uso de opioides en tratamientos de larga duración para el dolor crónico. Sin embargo, muchos profesionales señalan que las nuevas normativas causaron confusión y llevaron a la reducción o interrupción de tratamientos con opioides en personas que los usan responsablemente para dolores vinculados al cáncer, esclerosis múltiple, lupus y fibromialgia.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Terri Lewis, científica social, terapeuta para la rehabilitación y educadora clínica que está realizando una encuesta con pacientes y médicos a nivel nacional en Estados Unidos para evaluar los impactos de los cambios en el tratamiento del dolor crónico. También conversamos con Barry Meier, autor del libro “Pain Killer: An Empire of Deceit and the Origin of America’s Opioid Epidemic” (Analgésico: un imperio de engaño y el origen de la epidemia de opioides en EE.UU.) y el primer periodista en difundir a nivel nacional el tema del abuso del OxyContin.