Mientras los estados de todo el país aumentan sus ataques a los derechos reproductivos, la Corte Suprema declinó el martes pronunciarse sobre una ley de Indiana que prohibiría los abortos por motivo de sexo, raza o discapacidad del feto. La decisión de la Corte Suprema mantendrá vigente la orden judicial de un tribunal inferior que bloqueó la entrada en vigor de la prohibición.
No obstante, la Corte Suprema decidió permitir la entrada en vigor de la llamada ley de entierro fetal de Indiana, que dispone que las clínicas que realizan abortos deben eliminar los restos fetales a través de un entierro o cremación. La medida fue promulgada por el entonces gobernador Mike Pence en 2016.