La actriz Pamela Anderson visitó el martes a Julian Assange, fundador de Wikileaks, en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres. Assange cumple una condena de 50 semanas de prisión por haber violado las condiciones de su libertad condicional en el Reino Unido y enfrenta una posible extradición a Estados Unidos para enfrentar cargos relacionados con las filtraciones realizadas por la exsoldado y analista de inteligencia del Ejército de Estados Unidos Chelsea Manning. Tras la visita, Pamela Anderson habló en las afueras de la prisión.
Pamela Anderson afirmó: “Obviamente, ha sido muy difícil ver a Julian [Assange] aquí y transitar por la prisión, llegar a él fue bastante impactante y difícil. Él no merece estar en una prisión de máxima seguridad, nunca ha cometido un acto violento, es una persona inocente […] se ha sacrificado mucho para revelar la verdad, y merecemos la verdad. Eso es todo lo que puedo decir. Lo siento, me siento enferma. Siento náuseas”.
Pamela Anderson vestía una capa cubierta con referencias a la historia de la libertad de expresión en el Reino Unido, así como a las prisiones, la tiranía y a Los Niveladores —un movimiento político británico perteneciente al período de la Revolución Inglesa del siglo XVII—.