Los disturbios políticos continúan en Hong Kong mientras los manifestantes a favor de la democracia tomaron las calles por duodécima semana consecutiva. El domingo, la policía sacó sus armas por primera vez desde que comenzó el levantamiento y disparó un tiro de advertencia sobre una multitud de manifestantes. La policía también utilizó por primera vez cañones de agua y disparó gas lacrimógeno y balas de plástico cuando se enfrentó con manifestantes en el distrito de Tsuen Wan. Las autoridades dicen que 36 personas fueron arrestadas el domingo, entre ellas una niña de 12 años, y 29 personas fueron arrestadas el sábado.
La violencia del domingo ocurrió luego de varias manifestaciones pacíficas a gran escala durante el fin de semana, incluyendo la formación de cadenas humanas a lo largo de kilómetros de las calles de Hong Kong el viernes. La acción se inspiró en la protesta conocida como la “cadena báltica” realizada hace 30 años, cuando alrededor de dos millones de personas de tres países bálticos se tomaron de la mano para pedir el fin del dominio soviético.
A principios de esta semana, Carrie Lam, jefa de gobierno de Hong Kong, se comprometió a “iniciar una plataforma de diálogo”, pero hasta ahora las autoridades no han respondido a ninguna de las demandas de reformas democráticas de los manifestantes ni se han comprometido a retirar el proyecto de ley de extradición a China, que desencadenó el movimiento popular de protesta. El sábado, un alto funcionario de Hong Kong advirtió que los militares chinos podrían intervenir si persistían los disturbios civiles.
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