Los casos de COVID-19 continúan aumentando en todo Estados Unidos, al tiempo que la cifra de personas hospitalizadas en el país por esa enfermedad supera las 90.000 por primera vez. En noviembre, se registraron cuatro millones de contagios nuevos por coronavirus, lo que equivale al doble del número récord establecido en octubre, mientras que el número total de muertes alcanza las 267.000 en Estados Unidos. Entre los fallecidos, se encuentran más de 100.000 residentes y empleados de asilos de adultos mayores. En nueve estados del país, más de una de cada mil personas ha muerto por causas relacionadas con el coronavirus desde el mes de marzo. Los expertos advierten que lo peor está por venir, y Estados Unidos podría registrar unas 4.000 muertes por día durante los meses de invierno. Los viajes realizados por los días festivos de Acción de Gracias también podrían llevar a lo que el principal experto en enfermedades infecciosas del Gobierno de Estados Unidos, el Dr. Anthony Fauci, ha calificado como una ola de coronavirus “superpuesta” a la ola actual. A su vez, las autoridades sanitarias instan a quienes viajan a hacerse la prueba de diagnóstico y a tomar todas las precauciones necesarias para limitar la propagación de la COVID-19 en la comunidad.
En noticias médicas, la empresa de biotecnología Moderna solicitará este lunes la autorización de uso de emergencia de su vacuna por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. Moderna es el segundo fabricante de vacunas en pedir esta autorización después de las empresas Pfzier y BioNTech. Sin embargo, al tiempo que las compañías farmacéuticas se apresuran a conseguir la aprobación y a comenzar la comercialización de las vacunas contra la COVID-19, los médicos y expertos en salud pública advierten que la distribución de vacunas en las zonas rurales más pobres del país supondrá un gran desafío, debido a obstáculos logísticos y a la desconfianza de la población en la industria médica.
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