En Estados Unidos, donde los casos confirmados de coronavirus se han duplicado en los últimos dos días, el gobernador del estado de California, Gavin Newsom, ordenó el jueves a los 40 millones de residentes del estado que permanezcan en sus hogares, con efecto inmediato. La orden se produjo al tiempo que las estimaciones del brote de coronavirus hechas por las autoridades sanitarias indicaran que el 56% de los californianos —más de 22 millones de personas— contraerán el virus. La capacidad hospitalaria actual del estado carece de 20.000 camas que se necesitaran en el pico de la epidemia.
El gobernador Gavin Newsom sostuvo: “Necesitamos aplanar la curva de contagio en el estado de California. Y para hacer eso, necesitamos reconocer la realidad de lo que está pasando. El hecho es que lo que estamos viviendo en todo el estado de California, lo que está ocurriendo en todo Estados Unidos y, de hecho, en todo el resto del mundo, requiere que ajustemos nuestro enfoque y nuestras actividades.”
En virtud de la orden emitida por el gobernador Newsom se cerrarán restaurantes, bares, asociaciones, clubes y gimnasios en todo California. Servicios esenciales como farmacias y supermercados, restaurantes de comida para llevar y de entrega a domicilio permanecerán abiertos, así como también los bancos.
La orden de confinamiento se produjo mientras un grupo de personas sin hogar ni acceso a una vivienda estable en Los Ángeles —incluyendo madres con menores— se mudaron a al menos 12 viviendas vacantes y de propiedad pública en el vecindario de El Sereno. Las familias sostienen que el Gobierno no les brindó refugio para proteger su salud durante la pandemia.
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