En Gaza se reportaron el sábado los primeros dos casos de coronavirus. Las autoridades han cerrado restaurantes y cafeterías y han suspendido las oraciones del viernes, mientras los residentes temen que el brote afecte aún más un sistema de salud que ya de por sí sufre el bloqueo impuesto por Israel, el cual provoca una constante escasez de medicamentos y deficientes servicios de saneamiento. Con una población de más de 1,8 millones de personas, la sitiada Franja de Gaza es además uno de los lugares más densamente poblados del mundo y con frecuencia ha sido calificada como una “prisión al aire libre”.
Mientras tanto, órdenes de quedarse en casa fueron anunciadas en el territorio ocupado de Cisjordania, donde se han reportado alrededor de 60 casos. El domingo, Siria anunció su primer caso confirmado de COVID-19, al tiempo que los grupos humanitarios advierten sobre los efectos catastróficos que tendrá la enfermedad en el país, devastado por la guerra.
En Afganistán, un funcionario de salud confirmó el domingo el primer fallecimiento por coronavirus en el país.