En todo Estados Unidos, las nuevas infecciones por coronavirus continuaron aumentando exponencialmente, con 13.000 casos recientemente confirmados reportados el miércoles, lo que eleva el total nacional a más de 68.000 casos. Más de 1.000 personas han muerto. El estado de Luisiana, que ha registrado una de las tasas de contagio más rápidas del mundo, marcó el mayor incremento observado en un día, con un total de 65 muertos y casi 2.000 personas contagiadas.
En el vecino estado de Misisipi, el gobernador republicano Tate Reeves desafió los pedidos de que se imponga una orden de emergencia de quedarse en casa, declarando que “Misisipi nunca será China”. El periódico The Washington Post informa que 140 hogares de la tercera edad en el país han registrado al menos un caso de coronavirus.
El Pentágono ordenó detener durante 60 días el movimiento de tropas en el extranjero, al tiempo que al menos 415 empleados del Departamento de Defensa dieron positivo por coronavirus. El fiscal general, William Barr, instó a fiscales federales a acusar de terrorismo a cualquiera que deliberadamente propague —o amenace con propagar— el coronavirus.