Las autoridades chinas han impuesto una medida de confinamiento en una ciudad sobre la frontera este donde viven 100.000 personas, tras descubrir una serie de casos de COVID-19 que adjudican a viajeros que recientemente regresaron de Rusia. El confinamiento se produce al tiempo que se han levantado las estrictas medidas de distanciamiento social impuestas en otras partes de China, entre ellas en Wuhan, donde se detectaron los primeros casos de coronavirus a fines de 2019.
Temas: