Continúan aumentando las peticiones de liberación de reclusos a medida que los casos de COVID-19 aumentan vertiginosamente en las cárceles de todo Estados Unidos. En el estado de Florida, una persona se encadenó a dos barriles de concreto frente a la mansión del gobernador, Ron DeSantis, protestando por la negativa del mandatario a liberar a personas encarceladas durante la pandemia del coronavirus. En el estado de Ohio, más de 2.400 reclusos en la Institución Correccional Marion han dado positivo por COVID-19.
Mientras tanto, el ex abogado y asistente personal de Donald Trump, quien varias veces lo ha sacado de apuros, Michael Cohen, será liberado de la prisión de Otisville, al norte del estado de Nueva York, para cumplir el resto de su condena de tres años bajo arresto domiciliario. Unos 21 miembros del personal y reclusos de la prisión han dado positivo por COVID-19, pero el centro de reclusión no se considera un foco de coronavirus.