El número de víctimas fatales registradas en Estados Unidos por el brote de COVID-19 asciende a más de 56.000. Sin embargo, ha surgido más evidencia que indica que el número real de muertes puede ser mucho mayor. Un nuevo estudio realizado por un equipo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Yale halló que se produjeron más de 15.000 muertes adicionales a las que ocurren en promedio en Estados Unidos durante el mes de marzo y los primeros días de abril. La cifra casi duplica lo que las autoridades han estado citando como el número de víctimas fatales de la pandemia durante ese período. A nivel mundial, el número registrado de muertos ha superado las 211.000, aunque también se estima que la cifra real sea mucho mayor.
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