En India, al menos nueve personas murieron, entre ellas dos menores, y cientos de personas fueron hospitalizadas tras una fuga de gas en una planta química ubicada al sureste del país. El derrame de estireno se registró en una planta fabricante de plásticos propiedad de la compañía surcoreana LG Corporation y fue atribuido por la Policía de India a dos grandes tanques que fueron dejados abandonados desde fines de marzo tras las medidas de confinamiento impuestas debido al coronavirus. Se trata del peor envenenamiento a gran escala ocurrido en India desde 1984, cuando una filtración de gas en una planta productora de pesticidas ubicada en la ciudad de Bhopal provocó la muerte de unas 20.000 personas.
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