En Bosnia, cientos de solicitantes de asilo se están refugiando en edificios abandonados en un intento por resguardarse de la nieve y de las temperaturas heladas. Estas fueron las palabras expresadas por un refugiado afgano de 16 años de edad llamado Ali.
Ali: “He estado durmiendo en el autobús durante cinco o seis meses y vivo en condiciones muy malas. En verdad, estoy muy mal. Aquí no hay nadie que nos cuide y las condiciones no son seguras. Las personas que se supone que deberían apoyarnos vienen a quitarnos cosas y las venden dentro del campamento o en otros lugares. Aquí no tenemos nada. Les expliqué lo que está ocurriendo en varias ocasiones, y otros les han hablado de lo que está pasando, pero nadie quiere escuchar lo que decimos. Solo les pido que, si pueden hacer algo por nosotros, nos ayuden”.