Los gobernadores de Estados Unidos están acusando al Gobierno de Donald Trump de difundir información engañosa sobre los suministros de las vacunas contra la COVID-19, luego de que el periódico The Washington Post informara que la reserva de vacunas del país estaba agotada en momentos en que el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, prometió distribuir más dosis.
En la ciudad de Nueva York, el alcalde Bill de Blasio advirtió que la ciudad tendrá que suspender la vacunación la próxima semana a menos que reciba un gran reabastecimiento. El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, contactó el lunes al fabricante de medicamentos Pfizer para determinar si podía eludir la intermediación del Gobierno federal y comprar las dosis directamente de la compañía.
Mientras tanto, el principal epidemiólogo del estado de California ordenó la interrupción de la distribución de más de 300 mil dosis de la vacuna contra la COVID-19 de Moderna después de que un lote se vinculara con un número de reacciones alérgicas “más alto de lo habitual”. Las vacunas retiradas de la distribución representan alrededor del 10 % del suministro total de California.