Joe Biden ha designado al juez Merrick Garland para el cargo de fiscal general. Garland es un juez reconocido como liberal moderado que ya ha recibido el apoyo de destacados dirigentes republicanos. Fue elegido por el expresidente Barack Obama para servir en la Corte Suprema luego de la muerte de Antonin Scalia en 2016, pero esta designación se estancó después de que los senadores republicanos, encabezados por Mitch McConnell, se negaran a someterla a votación.
Garland trabajó en el Tribunal de Apelaciones de Washington durante más de dos décadas y anteriormente lo hizo en el Departamento de Justicia, donde se encargó del caso del atentado con bomba en la ciudad de Oklahoma. Muchos miembros del sector progresista del Partido Demócrata expresaron su decepción por la elección de Biden —que se consideró una opción segura para obtener la confirmación de los dos partidos— el mismo día que los demócratas obtuvieron el control del Senado y luego del histórico levantamiento en defensa de las vidas de las personas negras ocurrido durante el verano. Como juez, el historial de Merrick Garland muestra que a menudo se ha puesto del lado de la policía. Biden también nombró a Lisa Monaco, asesora de Obama en asuntos de Seguridad nacional y contraterrorismo, como fiscal general adjunta; a Vanita Gupta, como procuradora general adjunta; y a Kristen Clarke —presidenta y directora ejecutiva del Comité de Abogados por los Derechos Civiles Conforme a la Ley—, como fiscal general adjunta de derechos civiles.
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