En Siria, al menos once personas murieron tras el ataque con artillería perpetrado por el Ejército sirio en la ciudad de Ariha, provincia de Idlib, controlada por los rebeldes. Entre las víctimas se encuentran cuatro menores y un docente. Esta acción militar se produjo luego del ataque con bomba ocurrido en una carretera de la ciudad de Damasco que provocó la muerte de al menos 14 miembros de las fuerzas armadas sirias, según la televisión estatal. En medio del conflicto en curso, la organización Human Rights Watch insta a los países a no devolver a los refugiados que huyen de la guerra en Siria, debido a las continuas violaciones contra los derechos humanos que comete el Gobierno de ese país. Estas fueron las palabras expresadas por la investigadora de Human Rights Watch Sara Kayyali.
Sara Kayyali: “Muchas personas han sido detenidas en los puestos de control, han sido secuestradas de sus hogares, han sido sometidas a torturas e incluso a veces a presuntos hechos de violencia sexual en los centros de detención, solo por regresar a Siria. Las historias que escuchamos realmente muestran cómo la inseguridad, las detenciones arbitrarias y la tortura siguen siendo habituales en las regiones de Siria controladas por el Gobierno”.