Un nuevo informe de las Naciones Unidas advierte que al menos diez bosques que han sido designados como Patrimonios de la Humanidad, incluido el Parque Nacional Yosemite en California, Estados Unidos, se han convertido en emisores netos de gases de efecto invernadero y ya no absorben más carbono del que emiten. Esta inquietante tendencia está impulsada por la sequía, los incendios forestales y la deforestación.
Diez bosques designados como Patrimonios de la Humanidad se convierten en emisores netos de carbono debido al agravamiento de la crisis climática
Titular29 Oct. 2021