En Polonia, decenas de miles de personas salieron a las calles el sábado para condenar la muerte de una mujer embarazada de 30 años que murió en septiembre después de que se le negara tratamiento médico en medio de la prohibición casi total de los abortos en el país. Los defensores dicen que Izabela, conocida como Iza, es la primera persona en morir como resultado de la draconiana ley antiabortista, debido a que los médicos se negaron a llevar a cabo el aborto de un feto que mostraba numerosos defectos y retrasaron la atención médica de Iza hasta que ya no se pudiera detectar el latido fetal. Estas fueron las palabras expresadas por una activista cuando hablaba el sábado en una protesta en la ciudad de Varsovia.
Natalia: “'No me quiero morir', le dijo Iza a una mujer en la sala del hospital. Iza no recibió ayuda porque estaba embarazada, porque el corazón del feto todavía latía. […] Iza podría haber vivido. Había suficiente para atenderla, para cuidar de su salud y su vida. Iza murió de septicemia el 22 de septiembre. Iza era madre, hija, esposa, hermana, amiga”.