En el Reino Unido, un nuevo estudio basado en informes preliminares concluye que una variante de rápida propagación que se encontró por primera vez en dicho país aumenta el riesgo de hospitalización y podría ser hasta un 70% más mortal que las variantes anteriores.
Esto ocurre cuando los defensores de los derechos de las personas con discapacidad en el Reino Unido condenan el tratamiento diferente y discriminatorio que reciben los pacientes con discapacidad mental que contraen la COVID-19. Una investigación reciente encontró que se dieron órdenes de “no resucitar” a personas que tenían discapacidades mentales, lo que provocó muertes que podrían haber sido evitadas.
La cadena de noticias CNN informa que un equipo de la Organización Mundial de la Salud que investiga los orígenes de la COVID-19 en la ciudad china de Wuhan cree que el brote fue mucho más generalizado en diciembre de 2019 de lo que han revelado las autoridades de ese país.
Mientras tanto, en la ciudad de Auckland, la más grande de Nueva Zelanda, se decretó un confinamiento de tres días después de que se identificaron tres nuevos casos de coronavirus. Es el primer confinamiento de Nueva Zelanda en seis meses, después de que el Gobierno de la primera ministra del país, Jacinda Ardern, bajara a cero los contagios.