Varios países del sudeste asiático que el año pasado contuvieron con éxito el coronavirus están ahora experimentando un aumento de los casos. Camboya ordenó medidas de confinamiento estricto durante dos semanas en su capital, Phnom Penh, después de que por primera vez se registraran cientos de nuevos casos por día. Menos de un millón y medio de camboyanos, o menos del 5% de la población, se han vacunado contra la COVID-19.
Los casos de Tailandia han aumentado de forma exponencial a lo largo de abril. Mientras tanto, se han producido varios brotes en diversos lugares de Vietnam que amenazan con socavar una de las campañas de salud pública más exitosas de la pandemia.