India continúa siendo el epicentro mundial de la COVID-19; el lunes el país reportó casi 353.000 nuevos contagios, un nuevo récord de casos diarios por quinto día consecutivo. También se informaron otras 2.800 muertes, lo que eleva el número total de muertes a más de 195.000, aunque se estima que el número real sea mucho mayor. Los hospitales están desbordados y el oxígeno y otros suministros se están agotando, lo que obliga a los trabajadores de la salud a rechazar el ingreso de nuevos pacientes.
Abishek: “Vine aquí para que atendieran a mi abuelo. Tiene COVID-19. No nos dejan entrar. No entendemos nada. El guardia nos dice que aquí no hay ningún médico disponible. Si no hay ningún médico cerca de la sala de emergencias, ¿adónde iremos? Su nivel de oxígeno está bajando de manera alarmante”.
Este fin de semana, el primer ministro de India, Narendra Modi, fue objeto de nuevas críticas luego de que se revelara que Twitter aceptó una solicitud de su Gobierno para bloquear publicaciones en esa red social que criticaban su respuesta a la pandemia.
Mientras tanto, varios países se han ofrecido a ayudar a India ante este devastador aumento de los casos de coronavirus en el país. Estados Unidos anunció que enviaría tratamientos médicos, kits de pruebas diagnósticas, respiradores, equipo de protección personal y posiblemente suministros de oxígeno. Algunas personas, como el decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Brown, Ashish Jha, están pidiendo que el Gobierno de Biden envíe a India las decenas de millones de vacunas contra la COVID-19 de AstraZeneca que tiene almacenadas sin usar.