En el estado de Massachusetts, aumentan los interrogantes tras la muerte en abril de Mikayla Miller, una adolescente negra de 16 años de edad que pertenecía a la comunidad LGBTQ y vivía en el suburbio de Hopkinton, en la ciudad de Boston. Se está llevando a cabo una investigación al respecto, pero la oficina del fiscal de distrito ya ha enfrentado duras críticas después de haber anunciado en un inicio que no sospechaba que la muerte se debiera a un delito. Según se informa, la madre de Mikayla dijo que su hija fue agredida y luego atada a un árbol. El jueves se celebrará una vigilia comunitaria en honor a Mikayla.
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