El periódico The Guardian informa que la familia real británica tenía una política que prohibía la contratación de personas de color o de extranjeros, excepto como sirvientes domésticos, y que dicha política rigió hasta al menos finales de la década de 1960. El Palacio de Buckingham también pudo negociar una exención de las leyes británicas en contra de la discriminación. Estas revelaciones se producen cuando la familia real todavía está lidiando con las consecuencias de la explosiva entrevista que Meghan Markle y el príncipe Harry brindaron en marzo, en la que Markle reveló que un miembro de la familia real había expresado preocupación por el color de piel de su bebé por nacer. En la entrevista, Markle contó a la conductora de televisión Oprah Winfrey los problemas de salud mental que sufrió durante su tiempo como miembro de la realeza.
La familia real británica tenía prohibido contratar personas de color y extranjeros, excepto para el trabajo doméstico
Titular03 Jun. 2021