En Ucrania, el número de muertes por los ataques con misiles ocurridos en la ciudad de Zaporiyia ha aumentado a once, después de que los equipos de rescate encontraran más víctimas de entre los escombros de un complejo de apartamentos de cinco pisos que este jueves fue destruido por un bombardeo ruso. Un total de 21 personas sobrevivientes fueron rescatadas del lugar de la explosión. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que la cifra de fallecimientos aumentó después de que las fuerzas armadas rusas lanzaran otro bombardeo sobre los equipos de primera respuesta que acudieron al sitio, una táctica conocida como “ataque de doble impacto”.
Presidente Volodymyr Zelensky: “En Zaporiyia, después del primer ataque con misiles de hoy, cuando la gente vino a remover los escombros, Rusia llevó a cabo un segundo ataque. Una absoluta vileza. Una absoluta maldad. Ya ha habido miles de casos como este y podría haber miles más, desafortunadamente”.
Zelensky realizó estos comentarios el jueves luego de reunirse con el director del Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU, Rafael Grossi, en la ciudad de Kiev. La reunión entre Zelensky y Grossi se produjo un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, declarara a la central nuclear ocupada de Zaporiyia como propiedad federal de Rusia. Grossi rechazó la declaración de Putin y reiteró el llamado para el establecimiento de una zona de protección de la seguridad nuclear en torno a la planta de Zaporiyia, donde los encarnizados combates han amenazado con desencadenar una catástrofe radiactiva.
Rafael Grossi: “El personal de la planta está trabajando en circunstancias casi insoportables, en condiciones de estrés e incertidumbre y sin saber qué va a pasar. […] Estamos en medio de un conflicto, en medio de una guerra. Queremos que esta guerra se detenga. La guerra debe terminar de inmediato. Y, por supuesto, la posición del Organismo Internacional de Energía Atómica es que esta planta es una instalación ucraniana”.
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