En más noticias de Egipto, aumenta el temor por el deterioro de la salud del activista de derechos humanos y preso político egipcio-británico Alaa Abd El-Fattah, ya que su familia dice que no saben si sigue con vida. El lunes, su madre, Laila Soueif, esperó durante diez horas frente a las puertas de la prisión del desierto donde se encuentra detenido su hijo, con la esperanza de recibir su carta semanal, la que nunca llegó. Su familia cree que las autoridades penitenciarias pueden estar alimentando a Abd El-Fattah a la fuerza. Su familia exige una prueba de vida al tiempo que Abd El-Fattah intensificó su huelga de hambre de seis meses, ya que lleva sin consumir agua más de 50 horas. Abd El-Fattah inició esta huelga de agua el domingo, día inaugural de la cumbre climática de la ONU COP27 que se celebra en la ciudad de Sharm el-Sheikh. Estas fueron las palabras expresadas por su hermana, Sanaa Seif, desde Sharm el-Sheikh el lunes.
Sanaa Seif: “Estoy muy asustada. Ya han pasado más de 24 horas desde que dejó de consumir agua. Leí en internet qué es lo que le pasa al cuerpo, y es que un cuerpo normal puede soportar un máximo de una semana. El cuerpo de Alaa no es normal, es muy frágil. Por lo que no sé si estamos hablando de horas o días. Estoy muy, muy asustada”.
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