Hong Kong anunció que sus 7,5 millones de residentes deberán hacerse tres pruebas de COVID-19 en marzo, al tiempo que la ciudad sufre su peor ola de la pandemia hasta el momento. Las autoridades anunciaron esta semana que el cierre de negocios y otras restricciones se extenderán al menos hasta abril. Los hospitales sostuvieron que la política inicial de Hong Kong de aislar u hospitalizar a todas las personas que dieran positivo hizo que el sistema sanitario se viera desbordado.
David Chan: “Ninguno de los hospitales tenía ningún plan en marcha. La Autoridad de Hospitales no había establecido pautas para manejar la situación si aumentaban los casos”.
En otras partes del mundo, muchos Gobiernos están relajando o levantando las restricciones destinadas a contener la pandemia de COVID-19. En el Reino Unido, personas inmunodeprimidas y expertos en salud condenaron el anuncio que hizo esta semana el primer ministro, Boris Johnson, de que el Reino Unido pondrá fin a todas las restricciones para frenar la propagación del coronavirus.
Primer ministro Boris Johnson: “Aprendamos a vivir con este virus y sigamos protegiéndonos y protegiendo a los demás sin restringir nuestras libertades”.
Quienes critican la medida afirman que pondrá en un alto riesgo a las personas con un estado de salud vulnerable y perjudicará las futuras respuestas a nuevas variantes.
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