La Organización Mundial de la Salud anunció que abrirá un centro mundial de biofabricación en Corea del Sur para capacitar a personas en países de bajos y medianos ingresos en la producción de las vacunas y los tratamientos contra la COVID-19. La OMS también dijo el miércoles que transferirá tecnología de su centro de vacunas de ARN mensajero de Sudáfrica a cinco países más: Bangladesh, Indonesia, Pakistán, Serbia y Vietnam. La organización ha producido un prototipo de vacuna contra la COVID-19 basado en tecnología de ingeniería inversa a partir de la inyección de vacunas de ARN mensajero de la farmacéutica Moderna, pero la vacuna aún podría tardar más de un año en probarse y desarrollarse. La científica principal de la OMS, la doctora Soumya Swaminathan, dijo este miércoles que las empresas Moderna y Pfizer podrían ayudar a acelerar dicho proceso si comparten sus tecnologías patentadas con otros fabricantes del mundo.
Doctora Soumya Swaminathan: “Sería muy importante lograr una asociación con estas empresas porque el desarrollo de una vacuna desde cero lleva tiempo […], lo que significa que no estará realmente disponible antes de finales de 2023, sino más probablemente en 2024. Es obvio que ese plazo puede acortarse de manera significativa si se comparten los conocimientos técnicos de la tecnología de una vacuna cuya eficacia y seguridad ya ha sido comprobada”.