El organismo de supervisión nuclear de la ONU afirma que la situación en la antigua planta de energía nuclear de Chernóbil donde se produjo el desastre nuclear de 1986 se está deteriorando. El Organismo Internacional de Energía Atómica indicó que perdió el contacto con el personal que estaba trabajando bajo las órdenes de las fuerzas armadas rusas después de que se cortara este miércoles el suministro eléctrico en la planta. Funcionarios ucranianos afirman que los operadores de la central nuclear se han visto obligados a utilizar generadores a diésel de respaldo para alimentar los sistemas de enfriamiento que se necesitan para evitar una fuga radiactiva. El organismo sostiene que 210 miembros del personal técnico y de guardia no han podido alternar turnos o descansar desde que los militares rusos tomaron el control de Chernóbil hace dos semanas, y afirma además que ya no recibe transmisión remota de datos de los sistemas de monitoreo de seguridad en Chernóbil así como tampoco de los de la planta nuclear de Zaporiyia, que también está controlada por Rusia. El jueves, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, sostuvo conversaciones en Turquía con los ministros de Relaciones Exteriores de Ucrania y Rusia en las que los instó a llegar a un acuerdo para garantizar la seguridad de las plantas nucleares en Ucrania.
Rafael Grossi: “Quizás la gravedad de mi tono tiene que ver con la gravedad de la situación, porque es una situación muy grave y tenemos que actuar rápido”.
Mientras tanto, las autoridades ucranianas afirman que aviones de combate rusos bombardearon un instituto de física en la ciudad de Járkov, al este del país, que alberga un reactor nuclear experimental.
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