En Australia, activistas contra el cambio climático bloquearon por cuarto día consecutivo el acceso a las líneas ferroviarias que conducen al principal puerto de la ciudad de Sídney, en lo que constituye una campaña de protesta no violenta destinada a detener las exportaciones de combustibles fósiles. Emma Dorge, una activista de la organización ecologista Blockade Australia, transmitió en vivo mientras se amarraba a una estructura bípode en una línea ferroviaria de carga que conducía al puerto.
Emma Dorge: “Estoy haciendo esto porque no nos queda otra alternativa que usar colectivamente nuestro poder y nuestros cuerpos para obstruir la acción de las fuerzas extractivas y explotadoras”.
Las protestas se producen después de que el Gobierno del estado de Nueva Gales del Sur dijera el jueves que aumentaría las penas contra los manifestantes no violentos, que ahora se enfrentan a multas de más de 20.000 dólares y sentencias de hasta dos años de cárcel.
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