El Departamento de Justicia de Estados Unidos está considerando tomar el control del complejo carcelario de la ciudad de Nueva York en la isla Rikers. El fiscal federal para el distrito sur de Nueva York, Damian Williams, le dijo a un juez federal que estaba alarmado por el “extraordinario nivel de violencia y caos en las cárceles”. En enero, reclusos en Rikers iniciaron una huelga de hambre para protestar por las condiciones deplorables en el interior de la cárcel, entre las cuales se encuentran la rápida propagación de COVID-19, una calefacción insuficiente y un nivel creciente de violencia. Dieciséis personas murieron el año pasado en la prisión municipal.
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