El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró la victoria en Mariúpol, después de que las fuerzas armadas rusas sitiaran esa ciudad del sur de Ucrania durante casi dos meses. Esta victoria, que Putin califica como una “liberación” de Mariúpol, se produjo al tiempo que militares y civiles ucranianos permanecen atrincherados en una gran planta siderúrgica de la ciudad. Un comandante de las últimas fuerzas ucranianas que resisten en Mariúpol hizo un llamado desesperado de ayuda internacional para ser evacuados.
Serhiy Volyna: “Hacemos un llamado al mundo. Tal vez sea el último de nuestras vidas. Tal vez estemos ante nuestros últimos días, si no horas. […] Todos nosotros, el batallón militar de Mariúpol, con más de 500 combatientes heridos, y cientos de civiles, entre ellos, mujeres y menores de edad, rogamos que nos lleven a un lugar seguro en el territorio de un tercer Estado”.
Inicialmente, Rusia había considerado atacar la planta siderúrgica, pero por el momento ha optado por cercarla. En el este de Ucrania, el gobernador de Lugansk afirma que el 80% de la región está bajo control ruso mientras continúan los combates a lo largo de una línea de frente de más de 480 kilómetros.
Inicio