El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, ha ordenado a los militares que disparen a matar a cualquier persona que sea vista dañando edificios públicos. La orden no impidió que se produjera una segunda noche de manifestaciones que exigían la renuncia de Rajapaksa. Grupos de manifestantes han incendiado las casas de decenas de políticos, incluido un complejo vacacional de lujo propiedad del sobrino del presidente. Al menos ocho personas han muerto desde que partidarios del Gobierno atacaron a manifestantes este lunes, y más de 200 han resultado heridas.
Temas: