Rusia rechazó el llamado de las Naciones Unidas para crear una zona desmilitarizada en torno a la central nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia, a medida que los combates en el área ponen en peligro la seguridad de esta planta nuclear, la más grande de Europa. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo este jueves que el hecho de que esta central en el sureste de Ucrania esté bajo control de las fuerzas armadas rusas es una garantía para que no se repita un “escenario de Chernóbil”, en referencia a la catástrofe nuclear ocurrida en 1986 en el norte de Ucrania. El rechazo de Rusia al acuerdo se produce luego de la visita que el secretario general de la ONU, António Guterres, realizara este jueves a Leópolis, una ciudad ubicada en el oeste de Ucrania, donde se reunió con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Guterres advirtió que los combates entre Rusia y Ucrania cerca de la planta nuclear podrían provocar un desastre nuclear mundial.
Secretario general António Guterres: “Hay que retirar todo el personal y el equipamiento militar de la planta y evitar cualquier otro despliegue de fuerzas o equipos [militares] en el lugar. La zona debe ser desmilitarizada. Debemos decir las cosas como son: cualquier daño potencial a Zaporiyia sería un suicidio”.
Este viernes Guterres visitará la ciudad costera de Odesa para inspeccionar el envío de cereales a los mercados mundiales, luego de que un acuerdo auspiciado por las Naciones Unidas y Turquía garantizara corredores seguros para los barcos ucranianos en el mar Negro.