Israel continúa lanzando ataques aéreos sobre la Franja de Gaza, donde se han registrado más de 770 muertes, aunque se espera que esta cifra aumente rápidamente al tiempo que Israel concentra un gran número de soldados para una posible invasión terrestre. Entre los muertos se encuentran decenas de palestinos que fallecieron el lunes cuando Israel bombardeó un abarrotado mercado de Jabalia, el campamento de refugiados más grande de Gaza. Asimismo, Israel también lanzó ataques contra hospitales, una universidad y dos escuelas administradas por la ONU que albergaban familias que se habían visto obligadas a abandonar sus hogares debido a los combates. Más de 4.000 palestinos han resultado heridos durante los ataques. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos afirma que los violentos ataques contra la región han desplazado a unas 200.000 personas a lo largo de la Franja de Gaza, y se espera que ese número aumente. Los trabajadores de ayuda humanitaria informan que los hospitales están colapsados y enfrentan una escasez crítica de medicamentos, alimentos y combustible. Estas fueron las palabras expresadas por Salah Hanouneh, un abuelo de 73 años cuyo barrio de Gaza fue atacado.
Salah Hanouneh: “Estábamos en casa cuando recibimos información que decía que teníamos que irnos inmediatamente porque nuestro vecindario estaba siendo atacado. Agarramos a nuestros hijos, nietos, nueras, y huimos. Puedo decir que nos convertimos en refugiados. No tenemos seguridad ni protección. ¿Qué vida es esta? Esto no es vida”.