En Gaza, otro medio millón de personas, lo que equivale a una cuarta parte de la población del enclave, se han visto obligadas a abandonar sus hogares en los últimos días, al tiempo que Israel bombardea por décimo día consecutivo el territorio sitiado y tiene previsto invadirlo por tierra. La semana pasada, Israel ordenó a 1,1 millones de civiles del norte de la Franja de Gaza evacuar hacia el sur del territorio; una orden que no solo es prácticamente imposible de ejecutar sino que además constituye el crimen de guerra de traslado forzoso de población. El viernes, funcionarios de Hamás dijeron que una serie de ataques aéreos que Israel lanzó contra convoyes que intentaban huir de la ciudad de Gaza se cobraron la vida de 70 personas, en su mayoría mujeres, niños y niñas. Más de 2.800 palestinos han muerto y más de 10.000 han resultado heridos desde que Israel comenzó a atacar el enclave palestino. Las autoridades sanitarias palestinas afirman que 47 familias han sido eliminadas por completo del registro civil de Gaza, lo que significa que a esas familias ya no les queda ningún miembro con vida. Estas fueron las palabras expresadas por un residente de la ciudad de Jan Yunis, cuya casa fue destruida en un ataque aéreo israelí.
Mohammad Sadeq: “Esto es un genocidio, no una guerra. Esto es un genocidio. [Israel] intenta desplazar a la población de la Franja de Gaza, pero eso no sucederá”.
Al menos 1.400 israelíes han muerto en los ataques que la organización Hamás llevó a cabo en Israel. Asimismo, Israel afirma que Hamás mantiene a 200 ciudadanos israelíes secuestrados.
Por otro lado, una multitud cada vez mayor se agolpa en el paso fronterizo de Rafah, que se encuentra ubicado al sur de Gaza y conecta al territorio con Egipto, en medio de informes que afirman que la frontera se abrirá este lunes. Las organizaciones humanitarias también confían en que el paso fronterizo se abra y permita el ingreso de la ayuda humanitaria que tanto necesita Gaza, donde los residentes se enfrentan a suministros cada vez más escasos de alimentos, combustible, medicamentos y agua.
Mahmoud Abu Samra: “No tenemos agua. Hemos llegado a una situación desastrosa, no podría ser peor. La situación es catastrófica desde donde se mire, con una crisis de alimentos, agua y electricidad. Lo que quiero decir es que la gente no puede hacer nada en las condiciones actuales”.
China ha pedido a Israel que detenga su “castigo colectivo contra la población de Gaza” y ha dicho que el país “ha ido más allá de la defensa propia”. Mientras tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, recorrió siete países de Medio Oriente durante el fin de semana y afirmó que Israel tiene derecho a defenderse.
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