En el estado de Maine, las autoridades hallaron el viernes el cadáver del sospechoso de los tiroteos masivos que se produjeron la semana pasada en un bar y una bolera de la ciudad de Lewiston, que dejaron un saldo de 18 personas fallecidas. Robert Card, de 40 años, murió de un aparente disparo autoinfligido. Su cuerpo fue encontrado dos días después del tiroteo en un tráiler que se encontraba en una planta de reciclaje de la cercana ciudad de Lisboa. Según se informa, Card había sido despedido recientemente del centro de reciclaje. Si bien se desconoce el motivo de la masacre, las autoridades afirman que el atacante solía frecuentar con su exnovia el bar y la bolera donde llevó a cabo los tiroteos. La policía de Maine había sido alertada en septiembre sobre que el reservista del Ejército podría ser peligroso luego de que este amenazara con “disparar” contra su base militar. Los funcionarios locales y los residentes de Lewiston expresaron su alivio al tiempo que se enfrentan a las consecuencias de la tragedia. Estas fueron las palabras expresadas por el concejal de la ciudad Leroy Walker, quien es padre de Joseph Walker, una de las 18 víctimas del tiroteo.
Leroy Walker: “Joe era el único que se acercaba, me abrazaba y me decía: 'Te quiero, papá. Te quiero, papá'. Y yo a veces le respondía: 'Te quiero'. A veces no lo decía. Y él decía: 'Yo entiendo, papá'. Pero yo no entendía. Debería haberlo dicho un millón de veces, porque no va a haber una próxima vez. Y tengo a mis otros hijos allí. Cuando los vea, les diré que los amo, que los extraño mucho”.
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