Israel continúa con su incesante ataque contra la Franja de Gaza al tiempo que, en apenas poco más de dos meses de bombardeos, el número de palestinos muertos asciende a 18.000. En el centro de Gaza, una serie de ataques aéreos israelíes sacudieron durante la noche los campamentos de refugiados de Nuseirat y Maghazi. Al menos 23 personas murieron en Maghazi durante los ataques. Asimismo, una serie de ataques aéreos israelíes también destruyeron al menos dos edificios residenciales en Rafah. Mientras tanto, la batalla terrestre avanza en Jan Yunis, que está siendo objeto de intensos bombardeos.
Un grupo de mujeres del enclave palestino afirma que los soldados israelíes las obligaron a dejar atrás a sus maridos e hijos y a huir de sus hogares en la ciudad de Gaza. Estas fueron las palabras expresadas por dos mujeres que hablaron desde el hospital Al-Aqsa en el que se estaban refugiando en Deir Al-Balah, una ciudad del centro de Gaza.
Amnah Abu Zor: “[Los soldados israelíes] nos obligaron a ir al sur. No nos dejaron esperar a nuestros maridos. Ellos dijeron: 'Vayan desde aquí al sur y listo' y nos obligaron a irnos. Nos mintieron diciendo que la carretera era segura, ya que nos dispararon durante todo el camino”.
Dina Abu Zor: “Le preguntamos al interrogador [israelí], '¿dónde están nuestros parientes hombres?'. Él dijo: 'Se han ido. No queda nadie'. Preguntamos por los menores. Dijo que todos se habían ido. Palestina ha desaparecido. Gaza ha desaparecido”.
El desplazamiento masivo de la población del enclave palestino, al igual que la guerra que se está librando en el sitiado territorio, han provocado un desastre de salud pública. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU advierte que la mitad de la población de la Franja, que asciende a más de dos millones de personas, padece hambre, y que nueve de cada diez personas no pueden comer todos los días. Debido a la escasez de agua potable, la diarrea, las infecciones cutáneas, la hepatitis viral aguda y el sarampión se están multiplicando entre los habitantes de Gaza. En la mañana del lunes, la Organización Mundial de la Salud aprobó una resolución en la que se pide el ingreso inmediato de ayuda humanitaria y el fin de los combates en el territorio palestino.
En los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén, las calles y áreas comerciales que, por lo general, son muy concurridas, están este lunes vacías debido a que se está llevando a cabo una huelga general en protesta por la situación que se vive en Gaza. Asimismo, este lunes se están llevando a cabo movilizaciones en todo el mundo, entre las que se incluyen marchas y llamamientos para que las personas se abstengan de comprar productos de las compañías que apoyan los ataques israelíes. Mientras tanto, una fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU que opera en el Líbano advierte que la probabilidad de un “conflicto más amplio” es cada vez mayor debido a la escalada de violencia transfronteriza entre Israel y el grupo Hizbulá.
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