Al menos 16 personas han muerto en Ucrania después de que Rusia lanzara una serie de ataques con misiles y drones dirigidos hacia la capital, Kiev, así como a otras ciudades del país, como Leópolis, en el oeste, Odesa y Zaporiyia, en el sur, y Dnipró y Járkov, en el este. Las fuerzas armadas ucranianas afirmaron que “nunca antes habían visto que tantos lugares fueran atacados de forma simultánea”. Los bombardeos se producen días después de que Ucrania atacara un buque de guerra ruso en la península de Crimea, un territorio ocupado por Rusia.
Mientras tanto, el periódico The New York Times informa que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha estado dando a entender durante meses, a través de intermediarios, que está dispuesto a aceptar un acuerdo de alto el fuego que permita a Rusia conservar los territorios ucranianos de los que se apoderó durante la guerra.