En Kenia, las autoridades exhumaron los cuerpos de 47 seguidores de una secta cristiana que aparentemente hicieron ayuno hasta morir de hambre. Los investigadores dicen que el pastor Paul Mackenzie Nthenge convenció a los miembros de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva de que irían al cielo si dejaban de comer. La policía dice que ha rescatado de la inanición a más de una docena de miembros de la secta, aunque ellos siguen negándose a comer. La mayoría de los cadáveres que fueron exhumados hasta el momento eran de mujeres, niños y niñas.
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