Continúan escuchándose fuertes explosiones y tiroteos en la capital de Sudán, Jartum, incluso después de que el Ejército sudanés aceptara una prórroga de 72 horas de un alto el fuego humanitario con el grupo paramilitar conocido como Fuerzas de Apoyo Rápido. Se han reportado combates en las cercanías del cuartel general del Ejército de Sudán, el palacio presidencial y el principal aeropuerto de Jartum. La población del lugar revela que hay una grave escasez de harina y otros alimentos básicos.
Tarek Ahmed: “La gente solo piensa en asegurar su propia supervivencia y la de sus seres queridos. Los suministros de alimentos están disminuyendo y la población podría enfrentar pronto una hambruna, o al menos una tremenda crisis alimentaria”.
Aun antes de que el 15 de abril estallaran los combates entre facciones rivales del Gobierno militar sudanés, un tercio de los 46 millones de habitantes de Sudán ya dependían de la ayuda humanitaria.