El Ejército de Sudán y el grupo paramilitar conocido como Fuerzas de Apoyo Rápido se han acusado mutuamente de violar una prórroga de 72 horas de un alto el fuego humanitario al tiempo que continúan los combates en la ciudad de Jartum y otros lugares del país tras 17 días de conflicto. Las Naciones Unidas advierten que Sudán se encuentra en un “punto crítico” a nivel humanitario al tiempo que anuncia que el responsable de Asuntos Humanitarios de la ONU, quien calificó la “escala y velocidad” de la crisis como “sin precedentes”, viajará al país africano. La ONU también advirtió sobre una escalada de violencia en la región sudanesa de Darfur Occidental. Mientras tanto, las agencias de la ONU dicen que han comenzado a ayudar a los refugiados que llegan a la frontera con Egipto, mientras que los trabajadores humanitarios que se encuentran en Chad dicen que allí los refugiados necesitan asistencia urgente.
Brice Wanignon Degla: “Si no actuamos ahora, será demasiado tarde. La temporada de lluvias llegará en unas pocas semanas, y si no brindamos ayuda a la gente, el camino se bloqueará y todos los refugiados que se encuentran aquí se quedarán atrapados”.
La población de la ciudad capital, Jartum, se enfrenta a los peligros de la guerra al tiempo que tiene que lidiar con una escasez cada vez mayor de artículos de primera necesidad.
Heba: “Escuchamos los bombardeos de este lado. [Estos] pueden caer en la calle de enfrente o en la de atrás. Tenemos que dormir en el suelo. No hay agua ni electricidad. Ya no hay comida. Todas las tiendas están cerradas, y las que están abiertas venden productos a muy altos precios. Difícilmente comemos lo que necesitamos comer [para sobrevivir]. Solo comemos una comida al día para que nos alcancen los pocos alimentos que tenemos”.
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