En Nueva York, aumenta la presión para que el Gobierno federal se haga cargo del problemático complejo carcelario de Rikers Island. El fiscal federal de Manhattan, Damian Williams, dijo el lunes que la crisis en Rikers es “un fracaso colectivo con raíces profundas que abarca múltiples gobiernos municipales”. Hace ocho años, la ciudad de Nueva York acordó un plan multimillonario para reformar Rikers, pero sus condiciones no han hecho más que empeorar, lo que ha provocado la muerte de varios reclusos y crecientes denuncias de violencia brutal y trato inhumano por parte del personal carcelario.
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