Los ataques de Rusia contra los depósitos de granos de Ucrania han destruido al menos 60.000 toneladas de cereales, en un momento en que la seguridad alimentaria mundial enfrenta crecientes amenazas. La Armada rusa también llevó a cabo ejercicios militares con fuego real en el mar Negro. Esto se produce días después de que Rusia se retirara de la Iniciativa de Granos del Mar Negro, y luego de que tanto las autoridades de Rusia como las de Ucrania advirtieran que los buques con destino a puertos rusos o ucranianos a través de esa vía fluvial podrían ser considerados objetivos militares. El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, afirmó este viernes que sostendrá conversaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin, lo que podría propiciar la restauración del acuerdo sobre granos.
Mientras tanto, Ucrania ha empezado a utilizar en el campo de batalla municiones en racimo suministradas por Estados Unidos. Más de 100 países han firmado un tratado internacional que prohíbe el uso de este tipo de armas debido al peligro que representan para la población civil, pero Rusia, Ucrania y Estados Unidos no han suscrito dicho tratado.